“El 25% de toda la ropa que se fabrica acaba sin venderse”

Hace nueve años Moisés Nieto vistió una marca de moda femenina que lleva su nombre y huele a planeta. Las etiquetas de sus prendas hablan de uso de materia prima 100%, hecho en España, artesanía, detalle, gusto, inspiración nacional y propuesta juvenil.

En poco tiempo, Nieto ha jugado un papel importante en la revitalización de la moda española y lleva casi una década consolidado como uno de nuestros talentos sobre la pasarela. Lleva seis años triunfando en Japón. 2016 es un año especial en el patrón de su biografía profesional: hizo una colaboración con Ecoembes usando solo tejidos reciclados, ganó el Whos on Next Vogue España y el Premio Nacional de Moda. Tres en uno.

¿Cómo observa la creación y el consumo de moda sostenible en España? ¿Encaja la tendencia? ¿Es una prioridad que avanza mientras nos hacemos conscientes de la necesidad de resguardar el planeta, o todavía tiene un impacto ínfimo en nuestra sociedad?

Damos pequeños pasos en la creación de moda sostenible, pero son certeros. Aún hay mucho trabajo por hacer, pero seguramente lo más importante es que la semilla que ahora se está sembrando hará que en el futuro más próximo obtengamos buenos resultados. Las nuevas generaciones de jóvenes consumidores de moda están cada vez más concienciadas con este cambio.

“Las nuevas generaciones de jóvenes consumidores de moda están cada vez más concienciadas con este cambio”

Debemos cambiar los hábitos de consumo, porque eso hará que la tendencia vaya mejorando y que el usuario se decante por alternativas. El futuro del sector no está solo en manos de los diseñadores. Las grandes marcas deben lanzar un mensaje positivo y reducir la producción masiva de prendas lowcost. Además, han de buscar materiales que se adapten a las necesidades actuales y a los sistemas de producción sin afectar al medioambiente ni atacar los derechos humanos.

¿Qué convicción personal le lleva a esta línea sostenible dentro de su creación?

La principal fue la intención de influir en el cambio del modelo de consumo global y, sobre todo, pensar en el planeta que le dejaremos a nuestros sucesores. Estamos agotando los recursos naturales y no somos conscientes de ese daño.

¿Hasta qué punto repercute en el cuidado del planeta una moda sostenible?

Hace falta liderar una campaña de información en la opinión pública para explicar cómo están hechas nuestras prendas. El usuario debe saber cuánta agua se necesita para fabricar unos jeans, lo agresivo que son los tintes sintéticos para el medio ambiente, la emisión CO2 que supone la creación de tejidos, etc.

¿Cuáles son las características de una moda sostenible?

Cuidar lo que ya tenemos, alargar la vida de nuestras prendas animando a la reducción del consumo y elegir mejor lo que adquirimos, para que no pase de moda rápidamente. El objetivo es que cada prenda tenga más esperanza de vida.

¿La conciencia ambiental está en las pasarelas?

No en todos los casos. Muchas empresas del sector siguen adelante con un modelo de producción erróneo. Aun así, bastantes marcas internacionales se están concienciando y ya son una referencia mundial. Creo que estamos andando por el buen camino, pero todavía hace falta más trabajo en esta dirección, empezando por insistir en la educación. Como director científico de la escuela de Moda de IED Madrid, nuestro compromiso con la educación de nuestros estudiantes es primordial. Desde el primer curso estudian sostenibilidad y están más sensibilizados con el medioambiente que nosotros.

¿Y esa conciencia encuentra eco en nuestros armarios?

Cada vez más. El consumo de ropa de segunda mano está en auge. El 25% de los productos que tiene una mujer en su armario ha sido utilizado menos de tres veces, y el 25% de todo lo que se fabrica, no se llega a vender, lo cual quiere decir que la mitad de lo que se hace no sirve para nada, es pura producción.

“La mitad de la ropa que se produce en el mundo destruye el medioambiente y no sirve para nada”

¿La opción por la sostenibilidad complica la tarea de un diseñador? ¿Es rentable en términos estrictamente económicos?

La conciencia sostenible supone un coste más elevado para cualquier marca. Ese porcentaje se observa en cada prenda y en la misma forma de producción. Sin embargo, hay muchas formas de ser sostenible: desde producir las prendas en España, hasta emplear materiales alternativos al plástico para nuestro packaging. En cuanto al diseño, la responsabilidad ecológica no nos complica la tarea tanto como parece. Por suerte, cada vez más fabricantes de tejido apuestan por hilaturas sostenibles y recicladas.

¿Cómo proyecta usted el respaldo social a la moda sostenible de aquí a 2030 en España?

Sin duda con un mensaje que conciencie al consumidor. Consumir menos ropa y de mayor calidad.

¿Qué podemos hacer los ciudadanos para protagonizar también esta cruzada en la que ya nadie puede mirar para otro lado?

Sabemos cómo cribar la basura, pero quizás nos falten pautas claras sobre qué hacer con la ropa, aunque tengamos una conciencia medioambiental madura. La clave es cuidar mejor las prendas que ya tenemos para alargar su vida y que nos duren más. Además, recomiendo vivamente consumir producto nacional hecho en España.

Stella McCartney y los eco-españoles ‘number one’

Para Moisés Nieto, “cualquier diseñador que produzca prendas en su país de origen con mentalidad de producción sostenible” es un espejo al que debe mirarse el mundo, también de la moda. Su referencia particular es Stella McCartney que “seguramente sea la diseñadora más conocida de quienes abanderamos este movimiento”. Aun así, remarca que “hay cientos de marcas pequeñas que fabrican localmente, con tejidos y materiales sostenibles”.

Para Nieto, las prendas más sostenibles del planeta “son las que se hacen con la alpaca en Perú”. En su opinión, no tiene ningún sentido “que fabriquemos prendas de vestir realizadas con plástico reciclado que después enviamos en avión para suministrarlas en otros países. Creo que la trazabilidad es una parte muy importante de la sostenibilidad”.

El empuje de la nueva ética social en este campo se observa en muchas marcas españolas emprendedoras y sostenibles, como Iaios, especialistas en jerséis reciclados con hilo recuperado a partir de retales de lana; Andrea Martínez, con capital en Barcelona y una producción de prendas casi exclusiva; Ternua, que trabaja desde el País Vasco “por las personas que viajan, buscan, encuentran y conectan con la naturaleza”; Skunfunk, la marca minimalista inspirada en formas geométricas en marcha desde los años 90; Wearechaw, con base en Alicante, joven y cien por cien hecha en España;  La Böcöque, nacida en Galicia y exclusivamente dedicada a ropa femenina; Ecoology, una tienda online centrada en el cuidado del medioambiente y de nuestra piel; o Ecoalf, un proyecto innovador que convierte los residuos reciclados del mar en prendas elegantes.