La producción de Acca Media dirigida por Miguel Ángel Tobías pone la conciencia ecológica en prime time del al cine mundial

El secreto de Ibsoim: la primera ‘ecofilm’ de la historia

La primera alfombra verde se extiende sobre el cine mundial bajo los pies de Miguel Ángel Tobías, productor y director de El secreto de Ibosim. Es el alma de la primera ecofilm de la historia de un arte que él convierte en arma de construcción masiva. En ella, Ibiza representa al planeta y la ficción nos enseña que cuidar el escenario del universo es la mejor manera de salvaguardar el futuro de cada persona y de toda la humanidad.

Hace dos años largos Miguel Ángel Tobías tuvo un sueño: producir y dirigir la primera película con huella de carbón 0. Eco-producción, eco-dirección, eco-guion, eco-historia, eco-actores, eco-mensaje… Y la primera cinta sostenible de la vida del séptimo arte se estrenó en el Festival de Cine de Málaga con un reconocimiento especial: ser la cinta pionera que llegará a nuestras salas sin coste de contaminación medioambiental. Es la película de referencia para un mundo que ya no se entiende sin mirar por el objetivo verde para contar a cada ciudadano del siglo XXI que no podemos seguir maltratando el escenario de nuestras vidas.

Hablamos de El secreto de Ibosim, una fábula blanca que personaliza en la Ibiza con alma toda la belleza del planeta. Alrededor de la protagonista principal giran historias humanas que se hacen conscientes de que el medio ambiente es una casa común que conviene resguardar de la inmadurez, la irresponsabilidad y la ignorancia. Ahí bailan el mensaje Rodolfo Sancho, Micky Molina, Xenia Tostado, Cayetana Guillén Cuervo, Miriam Díaz Aroca, Ana Vide, Grecia Castta, Lola López

“La sostenibilidad es un camino sin retorno. O seguimos esa senda obligatoria, o lo pagaremos”.

¿Y en qué consiste una ecofilm? En todo. Una idea, un proyecto coherente, una propuesta pionera, un mensaje en formato cine y un aldabonazo amable, pero rotundo, en las conciencias. En concreto, Tobías explica que los actores son personas públicamente conocidas por su respeto a la naturaleza, que se han movido durante el rodaje en transporte eléctrico y que han dado vida a una historia que versa “sobre la necesidad de cuidar el planeta cuidándonos a nosotros mismos”. Vestuario ecológico, entre diseños ibicencos y ropa de segunda mano. Comida ecológica y de proximidad cultivada en un contexto isleño convertido en plató. Menús con opciones veganas, materiales reciclables, viajes en barco. “Hemos llegado hasta donde la tecnología nos permitía ser ecológicos”, señala su productor. 

Aun así, como “no hay actividad humana contemporánea que se quede en cero huellas de carbono”, una auditoría independiente certificó que la película había generado 40 toneladas y se ha compensando con plantación de árboles por valor de 340 toneladas “para que no quedara duda” de la intención de esta pieza social, madura y original del cine español que abre una vía llena de posibilidades sanas para el avance de nuestra cultura.

Dice Tobías que lo que más le importa de esta cinta es “enviar un mensaje a todo el mundo de la impronta de nuestras acciones sobre la sostenibilidad del planeta. Los seres humanos hacemos daño al ecosistema, pero no podemos destruirlo, porque es más fuerte que nosotros. Cuidar al medioambiente es cuidar de nosotros mismos”. Y el resultado es que nunca una causa tan verde tuvo un recado tan nítido y tan marcadamente antropológico.

Se ve en el fondo de los ojos de la película la inquietud de su director por ayudar al hombre de Occidente a encontrar su lugar en el mundo, “porque ha olvidado sus valores y huye hacia adelante en una carrera loca por engrosar las cuentas de resultado mientras destruye el medio que habitamos, como estamos viendo con esta pandemia. La sostenibilidad es un camino sin retorno. O seguimos esa senda obligatoria, o lo pagaremos”.

Da igual que para hacer esta película pionera se haya invertido tiempo y recursos en diseñar los primeros protocolos, elaborar los propios manuales, romperse la cabeza para moverse en eléctricos y salirse de la inercia para construir un cine nuevo. Tobías está feliz con la propuesta y con la excusa que proyecta su pantalla para hablar de sostenibilidad, de lucha contra el cambio climático, de respeto al medio ambiente en el lenguaje audiovisual de nuestra era.

El secreto de Ibosim es un proyecto “completamente independiente, sin subvenciones, hecho a pulso” que ha cautivado a la vicepresidenta del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica, y a muchos alcaldes de España que encuentran en Tobías una inspiración para convertir el país y las ciudades en espacios-Ibosim.

La primera ‘ecofilm’ de la historia del cine ha nacido en la mente de Tobías, se ha hecho carne en Ibiza, madurará en todo el país y dará que hablar en el resto de mundo

¿Primeras reacciones? Gente del mundo audiovisual que pone “cara de pez, porque no entiende este lenguaje”, y otra mucha gente que contempla la cinta con ojos como platos… reciclables… El secreto de Ibsosim es una película “para todos los públicos, pero no para que la vea todo el mundo. Les gustará especialmente a las personas inteligentes, con profundidad y sensibilidad”.

La primera eco-película de la historia del cine ha nacido en la mente de Miguel Ángel Tobías, se ha hecho carne en Ibiza, madurará en todo el país y dará que hablar en el resto de mundo. La preocupación social del productor y director, avalada por decenas de proyectos precedentes, ha sacado de la botella un mensaje con eco que ahora nos toca leer a los espectadores. ¿Provocará esta cinta que la Academia de Cine se plantee un premio a la Mejor Película Sostenible en los próximos Premios Goya? Es posible. La cultura sostenible sin postureo es un camino clave para frenar esta tendencia de olas altas y mares bravos que nos condenan al naufragio.